Réquiem
"¿Para qué había yo de ser creada, si antes de serlo ya estaba enteramente contenida aquí?" Emily Brontë Siempre he creído que el duelo es una actividad solitaria. Es el encuentro de uno con los recuerdos de una persona que, normalmente, no esperábamos que muriera; porque, aunque sabemos de la inevitabilidad de la muerte, preferimos evitar el tema. No me siento muy acogida en aquellas reuniones masivas de duelo por alguien: misas, novenas, velaciones, entre otras. No solo por mi falta de fe católica, sino porque cada uno de los presentes está recordando siempre cosas distintas. En especial, me siento muy sola en esos lugares cuando la persona fallecida constituye el único vínculo entre los presentes y yo: nos miramos como extraños, porque eso somos.