¿Y eso qué es?: glotopolítica y panhispanismo
En las charlas, normalmente atravesadas por un par de polas, en las que hablábamos de qué hacíamos en la vida, yo estaba acostumbrada a ser el foco de todas las miradas, incluso las de los más distraídos, cuando decía que estudiaba filología hispánica. ¿Filosofía? No, filología. “Parce y… ¿eso qué es?” Dependiendo del nivel de alcohol y de la fluidez de la conversación yo tenía dos respuestas posibles: 1) es como español o 2) es el estudio de los pueblos a través de sus textos, tiene tres líneas que se entrecruzan: historia, literatura y lingüística. En esos momentos, la pregunta que me hubiera gustado responder era ¿Por qué había elegido la filología? Había elegido esa carrera en un intento por comprender cuál era la relación entre el lenguaje y el mundo. Luego de muchas lecturas, y después de finalizado el pregrado, había encontrado una perspectiva que me ayudaba a ver los textos desde un ángulo menos estructural y más cercano a las prácticas sociales –como lo plantea Arnoux (2006